domingo, 9 de diciembre de 2012

Crónica de la visita de Evo Morales en Madrid


Tomando infusión de coca que nos regalaron ayer, me da por escribir algunas impresiones que tuve en el estreno de la película "Insurgentes" y la visita de Evo Morales a Madrid.

La Gran Vía estaba de por sí abarrotada en fechas cercanas a la Navidad, lo que hizo que la espera en la entrada del Cine Capitol fuese realmente agobiante. Dos enormes carteles promocionales de la película se exhibían en el cine, y entre ellos una enorme foto de Evo con el título "Presidente de la República Plurinacional de Bolivia, EVO Morales".

Entre agentes de la UIP abriendo espacio para un recibimiento oficial, trato de asomar la cabeza entre la muchedumbre para ver si veo llegar al líder boliviano, pero mis intentos son fallidos. Al final entramos prácticamente los últimos, subimos las escaleras hasta el mirador y tomamos nuestros asientos, donde nos espera una bolsita con la bandera de Bolivia y del movimiento indígena, dulces de coca y un paquete de mate de coca.

Con cerca de una hora de retraso, por fin salen a la tribuna la embajadora de Bolivia en Madrid, Carmen Almendras, y el presidente Evo Morales. La expectación es, desde luego, ante el discurso de éste último.

Evo hace un breve repaso a la situación indígena en Bolivia y a su experiencia en los movimientos sociales, además de las campañas de desprestigio ante su figura (hablamos de un hombre acusado de narcotraficante por defender los derechos de los plantadores de coca, una planta tradicional de las culturas indígenas, y sobre el que se han volcado directamente insultos racistas por ser un indio que aspiraba al poder). Destacable la anécdota de su primera visita a Europa, donde es invitado a la casa de un campesino francés que tiene teléfono y ducha (¡caliente, además!) y un garaje a control remoto, "lujos" todos ellos impensables para la mayoría de la población agraria boliviana.

Hace una enumeración de los logros de sus 7 años de gobierno:

"Los servicios básicos no pueden ser de dominio privado, tienen que ser de servicio público. ¿Cómo puede ser el agua, que es la vida misma, un derecho privado?"

"La empresa está aquí (en Bolivia) para ganar, no para saquear".

"Ahora es el 80 por ciento para los bolivianos y el 18 por ciento para las empresas. Eso es la nacionalización, eso ha hecho cambiar la economía nacional" (habla de la nacionalización de los hidrocarburos, antes la proporción era inversa)

"La inversión pública en Bolivia en 2005 era de 600 millones de dólares (464 millones de euros), de esos 600 millones, el 70 por ciento eran créditos o procedían de la cooperación, sólo el 30 por ciento de la inversión era de los bolivianos. Este año llegamos a los 6.000 millones de dólares(4.641 millones de euros) de inversión"

En mi opinión, y ando con pies de plomo pues conozco poco la realidad boliviana, tanto Evo Morales como Correa o Chávez son el intento de llevar la socialdemocracia a América Latina. Esa imagen de radicalismo se da ante la derechización de todo el panorama internacional y la crudeza tradicional de los métodos de expolio del capital en este continente, que pretenden negar cualquier mínimo avance o cambio de rumbo.
           
No creo que deba caerse en los personalismos y mitificaciones que se fomentan desde estos Estados (Bolivia no es excepción, como vimos con la película), ni olvidar que siguen siendo países capitalistas, donde persiste la lógica del capital (aunque sea del capital nacional) y, por lo tanto, defenderán determinados intereses y reprimirán cuando "tengan que hacerlo". Ejemplo de ello es la represión del propio gobierno boliviano hacia movimientos indígenas que protestaban contra la construcción de una autopista el año pasado.

Sin embargo, tampoco debemos ser más papistas que el Papa e ignorar la importancia que tienen estos procesos tanto a nivel global como a nivel de sus propias poblaciones, el significado de que el primer líder indígena de América Latina llegue tras 500 años de explotación y la resistencia del capital internacional a que lleven a sus poblaciones mejoras del nivel de vida que cualquier persona debería considerar básicas. Tampoco debemos ignorar el contexto hostil en el que esto sucede, y los sistemas de propaganda y personalismo que se están desarrollando tanto en contra como a favor de Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Aún así, es interesante que venga Evo Morales a un país donde las políticas de ajuste neoliberal están hundiendo la economía, a contar los importantes avances que se han llevado a cabo en Bolivia tan sólo por seguir el camino contrario. Son el tipo de discursos que, a pesar de todo, no deberían darse en un cine ante gente ya convencida, sino que deberían ser escuchados por buena parte de la población de este país...

En conclusión, no pondría la mano en el fuego por Evo Morales ni su gobierno, mi óptica es y será libertaria, pero aún así hay que valorar y comprender estos procesos de cambio y movilización en todas sus consecuecias (tarea mucho más difícil que repetir discursos).

Mención aparte merece la película "Insurgentes", con una estética visual y una estructura narrativa tan lenta y pesada que creo que aumentó el dolor de cabeza que ya arrastraba durante todo el día... La propaganda gubernamental es obvia (las tres escenas en las que sale Evo Morales son épicas); tan obvia que ha causado polémica en Bolivia incluso entre los movimientos sociales y los seguidores/as de la obra del cineasta de culto Jorge Sanjinés...

Ahora tengo pendiente ver otras de sus películas, como "La nación clandestina", considerada por much@s la mejor obra del cine boliviano, para juzgar "Insurgentes" en su contexto.